Durante casi un mes los tuve que hacer en mi trabajo, día sí y día también, creo que llegué hasta a soñar con ellos y al final les tengo ¿cariño?, si, creo que es eso, porque están tan, tan buenossss.
Así que ahí va.
Necesitamos:

-100 g de harina de repostería
-1 cucharadita de levadura
-100 de azúcar
-100 de mantequilla sin sal blandita (a punto de pomada)
-2 cucharadas de leche
-3 onzas del chocolate que más te guste
Preparamos el molde de los cupcakes con los papelitos o cápsulas y encendemos el horno a 180º, para que vaya calentando. La temperatura es aproximada, porque de un horno a otro varía algo, por lo que debemos estar pendientes, jejeje.
Batimos la matequilla junto con el azúcar hasta que la mezcla esté cremosita, más o menos un minuto o dos, siempre y cuando la mantequilla esté "a punto de pomada" expresión que me causa mucha gracia, pero que es ¡¡¡muy importante!!!
A continuación, añadimos los huevos uno a uno, la harina mezclada con la levadura y la leche.
Ah, y se me me olvidaba el ¡¡¡chocolate!!!
Derretimos el chocolate en el microondas, pero un visto y no visto, que si no se quema y puede ser un caos, y lo incorporamos a la mezcla. Lo batimos un poco más para que todo se chocolatee.
Repartiremos la mezcla en las cápsulas y horneamos sobre 20/22 minutos, aunque como dije antes lo mejor es echarles un ojo, (¡ sin abrir el horno!) no sea que se quemen y tengamos que comernos cupcaquis de chocolate pero...de chocolate del bueno, puro, vaya, jajaja.
Cuando estén listos, esperamos cinco minutos y los dejamos "descansar" en una rejilla.
Ahora vamos con la crema.
Buttercream de queso:
- 100 g mantequilla sin sal
- 250 g de azúcar glass
- 100 g de queso tipo Philadelphia (cuanto más porcentaje de grasa tenga mejor)
- Colorantes alimentarios (aunque yo he utilizado un chorrete de sirope de fresa)

Bueno, suponiendo que tenemos una "batidora bolonáutica" el primer minuto iremos despacito y en el minuto dos añadiremos el queso, que será mejor que esté frío, recién sacado de la nevera y el chorrete de sirope o en su defecto el colorante.

Entonces le meteremos caña a la batidora cuatro minutos y la crema cambiará hasta ponerse como si fuera un helado, ¡¡¡apetecible del todo!!!
Ahora sólo nos queda poner la buttercream en una manga y decorar como más nos guste.
Ah, y comer, comer, comer.
¡¡Espero que os gusten!!